La “sutileza” con que las mujeres son discriminadas, sometidas e infravaloradas a diario, hace que el machismo escape en muchas ocasiones a la reflexión crítica de la sociedad.
Las imposiciones directas o indirectas sobre la apariencia física de la mujer -con los consiguientes juicios de valor sobre ésta- perpetúan la estructura patriarcal, evidencian la desigualdad entre hombres y mujeres y cosifican el cuerpo de la mujer, tratándolo como un objeto para el uso y disfrute masculino. Una demostración de poder en la que el hombre produce para el hombre, que siempre es el cliente potencial; el espectador medio; el accionista mayoritario.
La cosificación de las mujeres y la utilización de sus cuerpos como reclamo sexual es VIOLENCIA
La justificación y/o relativización de la mercantilización del cuerpo de la mujer es VIOLENCIA
¡NUESTROS CUERPOS NO SON OBJETOS!
¡NINGUNA AGRESIÓN SIN RESPUESTA!
#TodosLosDíasSon8deMarzo
Os recomendamos los siguientes dosieres sobre género, editados por las Secretarías de Acción Sindical y Social de la CNT:
Federación Local de Valencia
Confederación Nacional del Trabajo